PICO Y CANENTE

24.04.2023
Luca Giordano - Picus and Circe. Fuente: Wikimedia.
Luca Giordano - Picus and Circe. Fuente: Wikimedia.

La semana pasada hablando sobre las Metamorfosis de Ovidio con uno de vosotros me contó que su mito preferido era el de Pico y Canente, que no es uno de los más conocidos, por ello hoy vamos a descubrirlo juntos. ¡Vamos a ello! 

En el libro XIV de sus Metamorfosis entre los versos 320 y 434 Ovidio nos cuenta la historia de estos dos personajes. Nos empieza narrando quién es Pico, que era un hijo de Saturno y rey del Lacio en tiempos muy antiguos, tan antiguos que era el abuelo del rey Latino. Además, el poeta romano nos dice que era un amante d ellos caballos, que competía con ellos y también era muy bello. 

Por su belleza era perseguido y buscado por todas las ninfas, náyades divinidades de las fuentes, pero él las despreciaba a todas excepto a la ninfa Canente que le gustaba mucho. Canente era la hija de Venilia y de Jano y tenía la dote del canto, de ahí su nombre. Cuando llegó a la edad de poder casarse, sus padres se la entregaron a Pico. 

Estando ya casados, un día Pico fue de caza en búsqueda de un jabalí por los bosques del Lacio y en su travesía lo encontró la maga Circe que se enamoró de él y quiso declararle su amor. Como Pico iba muy rápido, Circe decidió tenderle una trampa: diseñar un artilugio con forma de jabalí para que Pico fuese detrás de él y así ella al final de recorrido lo encontrase y le pudiese declarar su amor. 

Así lo hizo y así se encontró con Pico, le declaró su amor, pero Pico se mantuvo fiel a su esposa Canente, por ello Circe empleó su magia y le convirtió en el pájaro carpintero. Posteriormente los guardias que iban con Pico le reclamaron a Circe qué había hecho con su rey y a estos los convirtió también en diferentes animales, no quedando ninguno con forma humana. Por su parte, Canente salió a buscar a su esposo a los bosques y estuvo vagando sin éxito hasta que se echó en un prado a cantar y terminó consumida y su cuerpo se dispersó en el aire. 

Ahora cuéntame, ¿conocías este mito?