PEINARSE A LA ROMANA

27.05.2022

Un modelito de una mujer romana no era nada sin un peinado acorde a él, por ello las romanas se tomaban muy en serio cómo peinar sus cabellos. 

A principios de la época republicana las mujeres normalmente llevaban su pelo recogido en un simple moño tutulus, el cual habían heredado como costumbre de los etruscos. 

Con el Imperio llegaron también muchos nuevos peinados: con trenzas, rizos y ondas que se realizaban con el uso del calamistrum, unas pinzas calientes para rizar el pelo. Además, las mujeres de la corte real comenzaron a adoptar un estilo común o insignia y así hoy en día podemos identificar a las distintas dinastías a través de sus peinados. 

El peinado de tipo nodus fue popular durante la República tardía y la mayoría del Imperio romano y consistía en una parte frontal elevada a modo de tupe con un moño bajo trasero al que se le conectan diferentes trenzas. 

A partir de la dinastía Flavia y sobre todo la dinastía Antonina se produjo un cambio drástico en las modas y los peinados en las mujeres romanas de las clases más altas luciendo recogidos más elaborados y realizados con pelucas y complejos arreglos para el cabello. 

Así mismo, se usaban trozos de tela y diademas para mantener los peinados en su sitio además de adornarlos. También comenzamos a ver el creciente uso de peinados altos. Peinados que llegaban a duplicar la altura de la cabeza de la mujer. 

Además, se usaban alfileres para el pelo que podían ser de marfil o de oro con cabezas talladas y estos también cumplían una doble función de adorno y sujeción del cabello. 

Por otra parte, también se usaban tintes y pelucas para poder cambiar el color del cabello, pues en cierta época se puso de moda el color rubio o el pelirrojo para el cabello. 

Cuéntame, ¿te pondrías alguno de estos peinados?