OLIM RUSTICUS URBANUM MUREM MUS PAUPERE FERTUR ACCEPISSE CAVO

06.12.2021

Cuentan que una vez un ratón de campo recibió en su pobre agujero a un ratón de ciudad. 
Horacio, Sátiras, II, 6. (vv. 79-81) 

Horacio en su sátira 6 del libro II ensalza la vida en el campo como la mejor vida por la tranquilidad con la que cuenta además de ser una vida más frugal y austera que es lo que a él le gusta. 

Para reforzar sus argumentos en la última parte de la sátira introduce la historia del ratón de campo que recibe como huésped a un ratón de ciudad. 

Según nos cuenta Horacio, el ratón de campo vivía en un agujero muy pobre y era muy austero, pero al tener la visita del ratón de ciudad, le agasaja con los mejores alimentos que tiene, incluso quedándose él mismo sin comer para que su invitado tenga suficiente comida. 

El ratón de ciudad se impresiona por ver cómo vive su amigo el ratón de campo y entonces decide invitarlo a la ciudad para que vea cómo es la vida de allí. 

Se van juntos a la ciudad por la noche y el ratón de ciudad le lleva al triclinium de una casa donde había muchas sobras de la cena que habían celebrado los dueños de la casa. 

El ratón de ciudad le pide al otro que se recline en un triclinio porque le va a servir comida y cuando están en esas, se abre la puerta del triclinium y ambos tienen que salir corriendo para esconderse y finalmente el ratón de campo se despide de su amigo y le dice que esa vida no es para él, que prefiere la vida tranquila y sin sobresaltos. 

Esta fábula no es invención de Horacio, sino que ya se encuentra en el fabulista griego Esopo, pero sí es original e ingenioso cómo Horacio la utiliza para reforzar sus argumentos. 

A la manera de Horacio, en la literatura española encontramos en El Conde Lucanor de Don Juan Manuel cómo Patronio da consejos al Conde con fábulas e historias. 

Ahora cuéntame, ¿conocías esta fábula? ¿Con qué ratón te identificas más, con el de ciudad o con el de campo? Te leo en comentarios.