MAGNAE MATRIS ET ATTIDIS

En la Antigua Roma del 22 al 28 de marzo se celebraban los rituales de sufrimiento, muerte y resurrección de Atis, un sacerdote de origen frigio que se quitó la vida estando loco de amor por el amor de la diosa Cibeles, la Magna Mater de Roma. 

En concreto, el 22 de marzo se realizaba un sacrificio de un carnero sobre las raíces de un pino, el árbol sagrado de Atis, que luego se talaba y se llevaba en procesión. 

Por su parte, el día 24 se conmemoraba el momento en el que Atis enloqueció y se castró muriendo desangrado en las raíces de un pino y surgieron violetas, por lo que pasaron a ser los elementos sagrados para los fieles del culto. 

Al día siguiente, el día 25, se conmemoraba la resurrección de Atis. Desde el día 25 hasta el 28 se daban unos rituales menores para honrar la resurrección de Atis. En estos rituales los sacerdotes de la divinidad se castraban frente a la estatua de la diosa Cibeles con un cuchillo hecho de sílex que para ellos era purificador. 

El último día de la fiesta se realizaba una procesión en la que la estatua de Atis se llevaba hasta el río Almo, cerca de Roma, para lavarla y purificarla en el río. Estas divinidades eran orientales y en Roma generaban opiniones contrariadas, sobre todo por los ritos de castración. 

De hecho, en el siglo I a.C. se comenzaron a promulgar leyes de prohibición contra esa parte del ritual y el emperador Claudio creó el cargo de archigallus, el sumo sacerdote de Atis, pero este cargo no tenía permitida la castración. 

Posteriormente, a finales del siglo I d.C. el emperador Domiciano prohibió definitivamente el ritual de castración en Roma. 

Ahora cuéntame, ¿conocías esta festividad de la Antigua Roma? Te leo en los comentarios.