LUPERCALIA

16.02.2021

Imagen: Cuadro Fiestas Lupercales de Andrea Camassei conservado en el Museo Del Prado 

El 15 de febrero en la Antigua Roma era el día en el que se festejaban las Lupercales, en latín Lupercalia.

 Esta fue una de las fiestas más famosas del mundo antiguo. En esta fiesta los romanos acudían a las calles de Roma para ver el desfile de los sacaerdotes lupercos. 

Los sacerdotes lupercos estaban divididos en dos agrupaciones quinctiani y fabiani, estas dos agrupaciones fueron fundadas por Rómulo y Remo respectivamente y cada 15 de febrero se reunían en la gruta Lupercal cerca del Tíber donde realizaban un sacrificio de varias cabras y un perro. Se cree que realizaban un sacrificio con estas víctimas tan inusuales en el resto de celebraciones romanas para simbolizar el origen pastoril de la fiesta. 

Se ponía la mola salsa una mezcla de harina de espelta y sal preparada pro las vestales en la cabeza de las víctimas. La sangre del cuchillo después del sacrificio se pasaba por la frente de los líderes de ambos grupos de lupercos que eran jóvenes de buena familia, se limpiaban la sangre con lana empapada en leche y los lupercos se reían como respuesta. 

Tras esta ceremonia, se celebraba un banquete y cuando este acababa los lupercos se desnudaban y se hacían taparrabos con tiras de la piel de las cabras sacrificadas y otras tiras eran empleadas como látigos con los que que azotaban a toda persona que se les pusiera por delante en su desfile por la Vía Sacra del Foro. 

Durante este desfile que transcurría a la carrera y en honor a Fauno, los lupercos iban sando latigazos y las mujeres jóvenes se ponían a su paso para que los lupercos les dieran latigazos y así propiciar su fertilidad. Las Lupercales se celebraron durante todo el período imperial, incluso cuando el cristianismo se oficializó hasta que el año 495 el papa Gelasio I prohibió su celebración por completo.