LOS PROVERBIOS DE TERENCIO

13.05.2022
Mosaico proveniente del Museo Nacional de Nápoles
Mosaico proveniente del Museo Nacional de Nápoles

A lo largo de esta semana dedicada a Terencio hemos hablado de cómo era el estilo de sus obras con ese carácter más elevado que el de las obras de Plauto y más culto. 

Pues bien, al tener sus escritos ese carácter, muchas de las oraciones introducidas en ellos pasaron a considerarse proverbios, refranes o consejos de conducta y la posteridad pasó a tener a Terencio como un sabio. De hecho, esta es una de las razones por las que se han conservado sus obras al completo a diferencia de la suerte que han tenido las comedias plautinas. 

 Así pues, autores de la propia Antigua Roma, como Cicerón, citan versos de Terencio a modo de proverbios y como máximas de gran relevancia. 

Un ejemplo de ello se encuentra en mi querido Laelius. De Amicitia. En concreto, en XXIII, 93, Cicerón pone en boca del protagonista de su diálogo filosófico, Lelio, una oración de Terencio: "Negat quis, nego; ait, aio; postremo imperavi egomet mihi/Omnia adsentari," (Niega este, niego. Habla, hablo. Finalmente, yo mismo me he ordenador asentir a todas las cosas). 

Además, el orador cita al comediógrafo y al personaje de su comedia para darle el rango de argumento de autoridad a la sentencia: ut ait idem Terentius, sed ille in Gnathonis persona, (como dice el mismo Terencio, pero aquel lo dice bajo la máscara de Gnatón). 

Esta frase Cicerón la toma del Eunuco de Terencio, versos 252-253 y la utiliza para explicar las cualidades de un tipo de amigo: el que se comporta igual que su amigo para adularlo y conseguir algo de él (lo que es considera por Cicerón como una frivolidad). De hecho, la frase, como el Arpinate nos dice, está dicha en la comedia por Gnatón, que es el parásito de la obra, lo que da aún más una idea de qué tipo de gente se comporta así... 

Por cierto, el que Cicerón/Lelio aluda a Terencio en este diálogo no es casualidad, porque Lelio perteneció también al círculo de los Escipiones y además, ya dijimos que Terencio y él tuvieron más que una amistad...