LAS OBRAS FILOSÓFICAS DE CICERÓN

El lunes conocimos el De Senectute de Cicerón y brevemente hablamos de su papel como escritor de obras filosóficas, por ello hoy vamos a conocer mejor su producción en este campo. ¡Vamos! 

Para comenzar debemos tener en cuenta que Cicerón se formó desde joven en filosofía, en primer lugar, tuvo un maestro estoico y posteriormente fue confiado al círculo de los Escipiones formado por aristócratas romanos amantes de la filosofía por lo que siempre la tuvo presente y la consideraba principal para la formación de un buen orador. 

Así fue introduciendo en Roma la filosofía griega y creó una terminología filosófica en latín. Además, Cicerón no seguía una corriente definida, sino que era ecléctico y tomaba de cada doctrina lo que le gustaba, aunque a pesar de ello en su obra se puede ver una inclinación hacia Platón y la critica hacia el epicureísmo. 

Dicho esto, las obras filosóficas de Cicerón se pueden dividir en distintos bloques: los tratados políticos sobre cómo gobernar el Estado, entre ellos se encuentran De Republica sobre las posibilidades en cuanto a sistemas de gobierno y De Legibus sobre los fundamentos del derecho y las instituciones romanas religiosas y públicas. 

En los tratados morales Cicerón nos expone enseñanzas sobre diversos temas: en De Officiis trata sobre lo que es lo honesto y útil; en De Finibus Bonorum et Malorum contrapone la doctrina epicúrea con la estoica; en Tusculanae Disputationes expone sus conversaciones filosóficas con amigos en especial tratando sobre la virtud; en De Senectute trata sobre la vejez mientras que en De Amicitia trata sobre la amistad. 

Por otra parte, Cicerón compuso tratados sobre religión: en De Natura Deorum nos refuta la tesis epicúrea de que los dioses no se preocupan de los hombres y en De Divinatione refuta las creencias de los estoicos en cuanto al arte de la adivinación. 

Ahora cuéntame, ¿Conoces o has leído alguna obra filosófica de Cicerón? ¿Cuál te llama más la atención?