LA TOGA MASCULINA ROMANA

Hoy vamos a conocer la otra famosa prenda romana: la toga. 

Mientras que vimos que la túnica era más bien una prenda interior, la toga era una prenda exterior, de hecho, se vestía sobre la túnica. 

Su nombre hace referencia a su uso, pues su raíz procede del verbo tego, tegis, tegere, texi, tectum que significa cubrir, que es lo que hacía la toga y además a partir de la palabra toga se creó el adjetivo togatus para designar a todos los que vestían la toga, que eran los ciudadanos romanos, por tanto, se podía usar como sinónimo de romano. 

En un principio, la toga simplemente cubría el abdomen y se abrochaba con una fíbula, pero posteriormente su largura y la manera de lucirla se complicó. 

El tejido para la toga era la lana que era más gruesa para el invierno cuando la toga se conocía como toga pexa y más ligera en verano conociéndose como toga rasa. Además, para las clases altas se usaba la lana blanca mientras que las clases bajas la usaban de color pardo. 

A la toga blanca los magistrados, sacerdotes y niños le añadían un galón púrpura y era conocida como toga praetexta frente a la toga virilis que era simplemente blanca y que era la que adoptaban los niños al llegar a la adolescencia. También existía otra de color púrpura que era la utilizada por reyes, cónsules y emperadores. 

La toga era considerada una prenda de la aristocracia pues era obligatorio su uso al desempeñar funciones públicas, en especial en Roma pues en las provincias no estaba tan extendido su uso. 

En la época del Imperio su uso se limitó, pues se preferían prendas más sencillas como el pallium de origen griego.