EL LATÍN EN LA CONSAGRACIÓN

01.04.2021

Fresco de la Última Cena pintada por Giotto en la Capilla de los Scrovegni en Padua (Italia). Fuente: Wikimedia.

Hoy, día de Jueves Santo, la Iglesia conmemora la Última Cena, escena con la que se inicia la Pasión de Cristo. En la Última Cena, Jesús instauró el Sacramento de la Eucarística al convertir el pan y el vino en su cuerpo y sangre respectivamente y bendiciéndolos. 

Este momento y la fórmula de la Consagración del pan en cuerpo y el vino en sangre lo recogieron los Evangelistas en sus escrituras y pasaron a ser el centro de las celebraciones cristianas desde sus inicios.

 Para que estas celebraciones cristianas, es decir las misas, se celebraran de una manera homogénea y universal se redactaron en latín libros con las oraciones y fórmulas que se debían usar en las celebraciones y a estos libros se les dio el nombre de "Missale". 

 Con el Concilio de Trento en el año 1570 se llevó a cabo la codificación del Misal Romano y posteriormente ha sufrido ligeros cambios y reformas. 

Con el Concilio Vaticano II de 1962 se acordó la traducción del Misal a las lenguas vernáculas para una mejor compresión del rito. 

La traducción del Misal al español en 2016 fue revisada y se decidió hacer una nueva versión, la tercera, para poder ser más fiel al texto en latín del misal puesto que hasta entonces la traducción había sido más bien una interpretación que una traducción literal y de esta forma se siga mejor la riqueza del texto latino.

 En esta 3ª edición, la fórmula de la Consagración se vio alterada pues en latín es hic est enim Calix Sanguinis mei... qui pro vobis et pro multis effundetur in remisionem peccatorum y ese "pro multis" en las ediciones previas se había traducido como "por todos los hombres" y en esta edición se ha preferido mantener la traducción literal "por muchos". 

Según la Conferencia Episcopal, en las ediciones previas se tradujo "por todos los hombres" para darle al texto el sentido de que Jesús había derramado su Sangre por cada todos y cada uno de los hombres y en esta revisión han querido ser literales pues en los Evangelios que recogen las palabras de Jesús la expresión es también "pro multis" y de este modo la traducción es fiel a la palabra de Jesús.