EL GÉNERO DE LAS FÁBULAS

Después de esta semana aprendiendo sobre las fábulas, vamos a terminarla conociendo en profundidad este género al completo, ¡vamos a ello! 

Como ya hemos ido aprendiendo esta semana, la fábula está marcada por algunos elementos característicos el primero es que es una narración didáctica y con un tono también moralizante y que en Esopo se desarrolló en prosa, pero posteriormente Fedro desarrolló en verso fijando así la estructura para el género, aunque se cree que no fue Fedro motu proprio el que lo hizo, sino que tomó como modelo la Sátira, II, 6 de Horacio donde se nos habla de un ratón de ciudad y otro de campo y sus aventuras. 

Dejando a un lado la prosa y el verso, el género también tiene una estructura fija en cuanto al desarrollo de las historias pues normalmente hay un narrador externo que narra los hechos en 3ª persona y que en un principio presenta los hechos para situar a los personajes y la acción que están haciendo para posteriormente introducir el diálogo entre ellos típico de la fábula y para concluir con el desenlace de la acción y también un consejo o reflexión por parte del narrador, la moraleja, para que el lector capte lo que la acción narrada ejemplifica. 

También un rasgo principal de la fábula, como ya hemos visto estos días, son los personajes que normalmente son animales que están caracterizados por unos rasgos concretos y de ahí que sirvan como personajes tipo, como si de una comedia se tratara, aunque, como ya hemos dicho, también se usan personas y también representan unos rasgos marcados. 

Pues otra característica importante de la fábula es que es un género que intenta moralizar y enseñar por lo que se focaliza mucho en los vicios y defectos que la sociedad debe corregir y estos vicios y defectos los tienen los personajes de las historias a los que les acontece algo para demostrar que ese vicio es malo y no se debe tener.